La prueba del talón es una prueba rutinaria que se le hace a los bebés recién nacidos para detectar la presencia de alguna enfermedad metabólica congénita como el hipotiroidismo o la fenilcetonuria. La prueba del talón en los bebés es una de las pruebas más importantes que se realizan después del embarazo; el primer paso a la hora de diseñar un tratamiento personalizado que podría mermar los efectos negativos de estas enfermedades en el futuro.

¿Por qué se repite la prueba del talón?

En el caso de los hermanos gemelos, de los bebés prematuros, de los recién nacidos con muy bajo peso o de los infantes con Síndrome de Down, se suele repetir la prueba del talón para confirmar resultados y ratificar que todo anda correctamente. No hay nada que temer: la prueba del talón necesita un mayor seguimiento en estos casos.

No obstante, cuando el médico nos llama urgentemente porque los resultados de la prueba del talón no son los esperados y nuestro bebé necesita una segunda prueba del talón, pueden pasar dos cosas: que haya un resultado dudoso de la prueba del talón o que tengamos una prueba del talón positiva. En cualquiera de los dos casos, nuestro bebé tendrá que repetir la prueba del talón para desmentir los resultados o confirmar que hay una enfermedad metabólica de origen congénito.