La alimentación del bebé puede convertirse en una de las tareas más complicadas y frustrantes para algunos padres, ya que ni todos los bebés comen igual, ni tampoco todos tienen los mismos gustos a la hora de comer. Estos son los 5 errores al dar de comer al bebé que no debes cometer, a continuación.
Uno de los momentos más cruciales y también más complicados que atraviesan los bebés, es pasar de la lactancia materna o lactancia artificial en exclusiva, a introducirse en la alimentación complementaria.
Por ello, en esta fase del desarrollo del bebé (que se produce entre los cuatro y los seis meses de vida) es donde los padres suelen encontrar un mayor número de dificultades y donde también suelen cometer más errores.
Durante el primer año de vida, todos los bebés deben tomar leche como alimento principal en su dieta diaria. En este sentido, y aunque la alimentación complementaria deba iniciarse entre los cuatro y los seis meses, no debes olvidar que esta alimentación, como su propio nombre indica, es tan sólo un complemento a la lactancia.
Evita cometer el error de suprimir tomas de leche y cambiarlas por otros alimentos propios de la alimentación complementaria, y nunca sustituyas una toma de leche por uno de estos alimentos.
Para que un bebé desarrolle el sentido del gusto y aprenda a comer desde una etapa temprana de su desarrollo, es fundamental que se manche, que toque y que experimente con la comida. Un error muy frecuente es sentar a los bebés en una trona, ponerles un babero, y no permitirles que cojan la cuchara ellos solos o que toquen la comida por temor a que se manchen.
El miedo a posibles atragantamientos con los alimentos, hace que muchos padres opten por darle a sus bebés sólo alimentos triturados y ligeros purés. Este es un error muy frecuente, pero hay que reconocer que al darle sólo purés al bebé no estamos ayudándole a que desarrolle su dentadura, ni el proceso de masticación, en definitiva, impedimos que aprenda a comer correctamente.
También es otro de los errores más frecuentes que se comenten con los bebés a la hora de comer. Y es que muchos padres piensan que si los entretienen con la televisión, dejándoles el móvil o cualquier otro dispositivo electrónico, el bebé comerá mejor.
Sin embargo, esta práctica es totalmente inadecuada porque los niños que están pendientes de la tele mientras comen pueden llegar a perder el sentido de la saciedad. Por ello, la mejor forma de dar de comer a un bebé es sentarlo en una silla o en una trona, y hablarle o contarle un cuento mientras está disfrutando de la comida.
La intolerancia al gluten en bebés o celiaquía es una realidad cada vez más común entre los bebés y niños menores de tres años y ello se debe, en parte, a que los padres suele retrasar el momento de introducirle el gluten a sus hijos.
En este sentido, la Asociación Española de Pediatría aconseja introducir el gluten en la alimentación infantil sobre los seis meses, y hacerlo siempre a través de cereales con gluten dentro del biberón o la papilla, y en pequeñas cantidades.
También podemos favorecer la ingesta de gluten dándole al bebé un trozo de pan, o añadiéndole un poco de pasta a su papilla habitual.
La alimentación del bebé puede convertirse en una de las tareas más complicadas y frustrantes para algunos padres, ya que ni todos los bebés comen igual, ni tampoco todos tienen los mismos gustos a la hora de comer. Estos son los 5 errores al dar de comer al bebé que no debes cometer, a continuación.
Uno de los momentos más cruciales y también más complicados que atraviesan los bebés, es pasar de la lactancia materna o lactancia artificial en exclusiva, a introducirse en la alimentación complementaria.
Por ello, en esta fase del desarrollo del bebé (que se produce entre los cuatro y los seis meses de vida) es donde los padres suelen encontrar un mayor número de dificultades y donde también suelen cometer más errores.
Durante el primer año de vida, todos los bebés deben tomar leche como alimento principal en su dieta diaria. En este sentido, y aunque la alimentación complementaria deba iniciarse entre los cuatro y los seis meses, no debes olvidar que esta alimentación, como su propio nombre indica, es tan sólo un complemento a la lactancia.
Evita cometer el error de suprimir tomas de leche y cambiarlas por otros alimentos propios de la alimentación complementaria, y nunca sustituyas una toma de leche por uno de estos alimentos.
Para que un bebé desarrolle el sentido del gusto y aprenda a comer desde una etapa temprana de su desarrollo, es fundamental que se manche, que toque y que experimente con la comida. Un error muy frecuente es sentar a los bebés en una trona, ponerles un babero, y no permitirles que cojan la cuchara ellos solos o que toquen la comida por temor a que se manchen.
El miedo a posibles atragantamientos con los alimentos, hace que muchos padres opten por darle a sus bebés sólo alimentos triturados y ligeros purés. Este es un error muy frecuente, pero hay que reconocer que al darle sólo purés al bebé no estamos ayudándole a que desarrolle su dentadura, ni el proceso de masticación, en definitiva, impedimos que aprenda a comer correctamente.
También es otro de los errores más frecuentes que se comenten con los bebés a la hora de comer. Y es que muchos padres piensan que si los entretienen con la televisión, dejándoles el móvil o cualquier otro dispositivo electrónico, el bebé comerá mejor.
Sin embargo, esta práctica es totalmente inadecuada porque los niños que están pendientes de la tele mientras comen pueden llegar a perder el sentido de la saciedad. Por ello, la mejor forma de dar de comer a un bebé es sentarlo en una silla o en una trona, y hablarle o contarle un cuento mientras está disfrutando de la comida.
La intolerancia al gluten en bebés o celiaquía es una realidad cada vez más común entre los bebés y niños menores de tres años y ello se debe, en parte, a que los padres suele retrasar el momento de introducirle el gluten a sus hijos.
En este sentido, la Asociación Española de Pediatría aconseja introducir el gluten en la alimentación infantil sobre los seis meses, y hacerlo siempre a través de cereales con gluten dentro del biberón o la papilla, y en pequeñas cantidades.
También podemos favorecer la ingesta de gluten dándole al bebé un trozo de pan, o añadiéndole un poco de pasta a su papilla habitual.
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