Cuando comienza la alimentación del bebé con papillas y a comer con la cuchara se van poco a poco reduciendo las tomas diarias de pecho o biberón, están dando un paso decisivo en su aprendizaje y desarrollo. Así conseguirás enseñar a tu bebé a comer con cuchara, con los consejos que te indicamos.
Tras el embarazo son muchas las trabas y las complicaciones que surgen durante el cuidado del bebé y su alimentación. Cuando los bebés cumplen seis meses deben aceptar un nuevo e interesante reto en su vida: comer alimentos triturados con la cuchara. Esta labor no siempre es fácil, ya que desde que vienen al mundo, los niños se acostumbran a obtener el alimento que necesitan a través del mecanismo de succión.
Pero transcurridos alrededor de seis meses deben cambiar esta costumbre y habituarse a probar nuevos sabores a través de la cuchara. ¿Te resulta difícil que tu hijo acepte la cuchara? Te contamos unos sencillos consejos para conseguirlo:
No todas las cucharas son válidas para enseñar a comer a los bebés. De hecho, se aconseja que su primera cuchara esté fabricada en un material algo más blando y flexible y que también sea algo más pequeña que las cucharas que utilizamos los adultos. Además, las cucharas para bebés suelen tener una superficie plana para que no podamos cargar mucho alimento en cada cucharada.
Antes de empezar a darle un puré, debes dejar que la cuchara se convierta en un elemento conocido para el bebé. Para conseguirlo, no hay otra manera que dejarle jugar con ella todo el tiempo que el niño necesite, hasta que la conozca y se convierta en un objeto habitual de su día a día.
A la hora de comenzar con la alimentación complementaria seguro que tienes claro, más o menos, cuál es el puré que más le gusta a tu bebé. Mientras algunos niños prefieren un puré de carne con zanahorias porque adoran los sabores más dulces otros bebés, sin embargo, se decantan por purés con otras hortalizas diferentes.
Una vez que tengas claro cuál es el puré que más le gusta a tu hijo, procura comenzar a darle de comer con la cuchara siempre con ese tipo de puré. De esta forma te resultará más sencillo que tu hijo acepte poco a poco que la cuchara es un elemento básico para su alimentación.
Al ser un elemento completamente nuevo para el bebé, al darle sus primeros purés con cuchara debes procurar no metérsela entera en la boca para evitar así que el niño la rechace o le de asco. Prueba primero introduciendo sólo la puntita de la cuchara, y a medida que el niño vaya cogiendo confianza, podrás ir normalizando el proceso.
En las primeras papillas y comidas del bebé con la cuchara es probable que al cabo de un rato, tu hijo se canse de comer y desee pasar a otra actividad diferente. Por ello, te recomendamos que al principio no le obligues a comerse el plato de puré entero si no quiere. Verás como a medida que se familiarice con la cuchara, poco a poco irán también comiendo más cantidad.
Aunque la rutina del día a día no nos suele permitir comer en familia sentados todos a la mesa, hay que intentar que el bebé se acostumbre poco a poco a comer con el resto de la familia. Si en la comida de mediodía no podéis poner en práctica esta rutina, hacerlo entonces a la hora de la cena y si no, los fines de semana.
Cuando comienza la alimentación del bebé con papillas y a comer con la cuchara se van poco a poco reduciendo las tomas diarias de pecho o biberón, están dando un paso decisivo en su aprendizaje y desarrollo. Así conseguirás enseñar a tu bebé a comer con cuchara, con los consejos que te indicamos.
Tras el embarazo son muchas las trabas y las complicaciones que surgen durante el cuidado del bebé y su alimentación. Cuando los bebés cumplen seis meses deben aceptar un nuevo e interesante reto en su vida: comer alimentos triturados con la cuchara. Esta labor no siempre es fácil, ya que desde que vienen al mundo, los niños se acostumbran a obtener el alimento que necesitan a través del mecanismo de succión.
Pero transcurridos alrededor de seis meses deben cambiar esta costumbre y habituarse a probar nuevos sabores a través de la cuchara. ¿Te resulta difícil que tu hijo acepte la cuchara? Te contamos unos sencillos consejos para conseguirlo:
No todas las cucharas son válidas para enseñar a comer a los bebés. De hecho, se aconseja que su primera cuchara esté fabricada en un material algo más blando y flexible y que también sea algo más pequeña que las cucharas que utilizamos los adultos. Además, las cucharas para bebés suelen tener una superficie plana para que no podamos cargar mucho alimento en cada cucharada.
Antes de empezar a darle un puré, debes dejar que la cuchara se convierta en un elemento conocido para el bebé. Para conseguirlo, no hay otra manera que dejarle jugar con ella todo el tiempo que el niño necesite, hasta que la conozca y se convierta en un objeto habitual de su día a día.
A la hora de comenzar con la alimentación complementaria seguro que tienes claro, más o menos, cuál es el puré que más le gusta a tu bebé. Mientras algunos niños prefieren un puré de carne con zanahorias porque adoran los sabores más dulces otros bebés, sin embargo, se decantan por purés con otras hortalizas diferentes.
Una vez que tengas claro cuál es el puré que más le gusta a tu hijo, procura comenzar a darle de comer con la cuchara siempre con ese tipo de puré. De esta forma te resultará más sencillo que tu hijo acepte poco a poco que la cuchara es un elemento básico para su alimentación.
Al ser un elemento completamente nuevo para el bebé, al darle sus primeros purés con cuchara debes procurar no metérsela entera en la boca para evitar así que el niño la rechace o le de asco. Prueba primero introduciendo sólo la puntita de la cuchara, y a medida que el niño vaya cogiendo confianza, podrás ir normalizando el proceso.
En las primeras papillas y comidas del bebé con la cuchara es probable que al cabo de un rato, tu hijo se canse de comer y desee pasar a otra actividad diferente. Por ello, te recomendamos que al principio no le obligues a comerse el plato de puré entero si no quiere. Verás como a medida que se familiarice con la cuchara, poco a poco irán también comiendo más cantidad.
Aunque la rutina del día a día no nos suele permitir comer en familia sentados todos a la mesa, hay que intentar que el bebé se acostumbre poco a poco a comer con el resto de la familia. Si en la comida de mediodía no podéis poner en práctica esta rutina, hacerlo entonces a la hora de la cena y si no, los fines de semana.
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