Un nuevo estudio realizado en Los Angeles basado en el Medio Ambiente de California revela que las botellas de plástico podrían transfundir sustancias químicas peligrosas como bisfenol-A, el plomo y determinados ftalatos en los líquidos que contienen. Los estudios con resultados similares se realizaron de los EE.UU. por la Food and Drug Administration, Consumers Union y los investigadores en la Universidad de Nagasaki en Japón.

Las botellas de plástico para bebés suelen ser fabricadas a partir de policarbonato, un material que es muy fácil de moldear y casi irrompible. Pero cuando se calientan los líquidos dentro de estas botellas, el policarbonato emite sustancias  tóxicas como bisfenol-A (BPA), que se mezcla con la fórmula o la leche materna y luego es ingerido por el bebé.

La exposición a BPA se ha relacionado con el cáncer, deterioro de la función inmunológica, y de aparición temprana pubertad, obesidad, diabetes e hiperactividad.

Otras botellas pueden ser fabricadas con policloruro de vinilo, que como sabemos es PVC. Desde un punto de vista de salud, el PVC es el más tóxico plástico en el mercado., ya que puede contener plomo, cuya ingestión puede dar lugar a discapacidades de aprendizaje, deficiencias IQ y problemas de conducta, entre otras cosas.

También de PVC blando, utilizado en la fabricación de tetinas y chupetes contiene ftalatos, que causan muchos de los mismos problemas que los BPA.

El estudio realizado por el Medio Ambiente de California encontró niveles potencialmente dañinos de BPA en las cinco marcas de botellas.

Los científicos y los defensores de los consumidores por igual recomiendan a los padres, elegir biberones de vidrio, y no de plástico policarbonato. Sí no está seguro acerca de la botella, llame al fabricante o hable con su pediatra.