Si el tapón nasal del bebé está interfiriendo seriamente en su alimentación y en sus horas de sueño, se puede emplear suero fisiológico, nunca gotas vasoconstrictoras: alivian de inmediato, pero disminuyen las defensas de la mucosa, para mejorar su respiración.

No precisa de receta médica y puede ser adquirido en cualquier farmacia. Sin embargo, las gotas y sprays descongestionadores no son recomendables. Tampoco están indicadas las inhalaciones con eucalipto o mentol.

En ningún caso se debe intentar elevar la cabeza del bebé, colocando una almohada o cualquier otro elemento debajo del colchón, para tratar de mejorar su respiración durante el sueño. Puede ocasionar un peligroso hueco a través del cual podría rodar. En general, es mejor no emplear nunca almohadas.

Por otro lado, si las secreciones nasales del pequeño son especialmente espesas se puede emplear un aspirador nasal con punta de plástico para extraerlas. Lo ideal es usarlo unos 30 segundos después de haberle administrado las gotas de suero, cuando la mucosidad esté disuelta.

Hay que presionar la pera de goma del aspirador nasal, introducirla hasta tapar la fosa y soltarla poco a poco para extraer los mocos.