Este es un tema de gran desconocimiento general, pero que genera mucho pánico en los padres, la muerte súbita en los recién nacidos o igualmente llamada SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante). Todavía no se ha nencontrado, de forma científica, cuáles los síntomas. La información que tenemos a cerca de la muerte súbita del bebé es que puede suceder a bebés de 0 a 12 meses.

No podemos crear pánico en la sociedad, y mucho menos en los padres, sin tener base subyacente de qué es lo  que le puede suceder al bebé, pues todos estamos sujetos a situaciones inesperadas. De está forma y aclarando un poco en que podemos ser precavidos, se desarrollan los siguientes puntos.

Como ya se dice anteriormente no hay síntomas que lo detecten, más sí en la mayoría de los casos, hay una serie de aspectos que la definen un poco.

El número real de muertes no es alarmante, y más aún cuando se sabe que el nacimiento de un bebé implica ese primer riesgo, su cuerpo está en pleno desarrollo, y el cambio brusco al que está sujeto en el momento del nacimiento, es totalmente previsible que pueda surgir un problema.

El punto que más se destaca de está situación y razón primordial de vida es la respiración. Por ende, uno de los aspectos que desprende este síndrome es un paro respiratorio, que crea más expectación porque se da en bebés que aparenetemente están sanos. Pero de igual manera están experimentando un medio ambiente totalmente contaminado e irregular, y sus pulmones tan frágiles aún no se acostumbran, y mucho menos si el espacio que van a habitar no está medianamente excento de contaminantes.

Los bebés que son propensos a sufrir esta repentina muerte, por lo general presentan unas características sujetas a: el cuidado prenatal insuficiente, bajo peso al nacer, neumonía, trastornos de pulmón o corazón, apnea del sueño (ronquidos), y algunas otras.

Como este tipo de muerte no está precisada, pueden aparecer otras causas sin desarrollo alguno.

Prevenir la muerte súbita del bebé

• No debe dormir con objetos a su alrededor y debe tener suficiente limitación con los bordes de la cuna.

• No debe dormir con ninguna otra persona a su lado.

• Debe dormir lo suficientemente abrigado, pero sin exagerar, en caso de frío, un pijama grueso y body es suficiente, las mantas no deberían ser un objeto de uso continuo. Igualmente en verano lo menos abrigado posible los sofocos del calor tampoco son favorables.

• El ambiente debe estar libre de humos, en caso de que algún familiar fume, hacerlo en un ambiente abierto.

Todo esto sujeto a un cuidado desde el primer mes de gestación, y qal buen desarrollo físico del feto, que le permita afrontar el cambio brusco al que está sujeto la especie humana con los cambios climáticos y la contaminación.