El bebé nace con un gran potencial, y está en manos de los adultos contribuir a su desarrollo en plena totalidad. No se trata de una terapia o de un mecanismo de enseñanza.Simplemente es un modo de estimular todo el potencial de cada uno, por ello es fundamental también en niños sanos.
Estímulos externos que percibe el recién nacido
Los niños desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y con su entorno. Cuando estimulamos a nuestros bebés les estamos presentando diferentes oportunidades para explorar, adquirir destrezas y habilidades de una manera natural y entender lo que sucede a su alrededor.
- Toma en cuenta que tu bebé aprende de su entorno el cual percibe a través de sus sentidos: oliendo, sintiendo, viendo, probando y oyendo.
- Tu bebé también recibe estímulos de su interacción con los demás. Cuando él ría o llore, tú también ríe o llora, esto reforzará sus emociones.
- Aprovecha el momento del baño, de alimentarlo o de cambiarle la rota para estimularlo. Puedes cantarle o ponerle música clásica en esos momentos. La música es altamente estimulante y desarrolla su inteligencia y oído musical.
- Permite que se acostumbre a los ruidos ambientales normales de la casa, no te esfuerces de más intentando mantener un silencio absoluto.
- Háblale constantemente. Escucharte hablar no sólo crea un vínculo especial contigo, también lo prepara para aprender a hablar más adelante.
- Hazle cosquillas, juega con él. De esta manera, podrá practicar los movimientos, aprender a coordinarlos y a reconocerse como un ser con partes.
- Observa qué actividades son más atractivas para él y procura realizarlas.
- También puedes utilizar sonidos, luces, texturas, colores y olores para estimularlo. Permite que tu bebé experimente la sensación de las texturas, los diversos aromas.
- Investiga qué puede y debe hacer tu pequeño conforme a su edad para que puedas detectar alguna anomalía en su desarrollo.
- Tu actitud hacia él también lo estimula: tus mimos, tus besos, tus palabras cariñosas. Un comportamiento cariñoso le alimentará la autoestima y a entender sus emociones.
El bebé nace con un gran potencial, y está en manos de los adultos contribuir a su desarrollo en plena totalidad. No se trata de una terapia o de un mecanismo de enseñanza.Simplemente es un modo de estimular todo el potencial de cada uno, por ello es fundamental también en niños sanos.
Estímulos externos que percibe el recién nacido
Los niños desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y con su entorno. Cuando estimulamos a nuestros bebés les estamos presentando diferentes oportunidades para explorar, adquirir destrezas y habilidades de una manera natural y entender lo que sucede a su alrededor.
- Toma en cuenta que tu bebé aprende de su entorno el cual percibe a través de sus sentidos: oliendo, sintiendo, viendo, probando y oyendo.
- Tu bebé también recibe estímulos de su interacción con los demás. Cuando él ría o llore, tú también ríe o llora, esto reforzará sus emociones.
- Aprovecha el momento del baño, de alimentarlo o de cambiarle la rota para estimularlo. Puedes cantarle o ponerle música clásica en esos momentos. La música es altamente estimulante y desarrolla su inteligencia y oído musical.
- Permite que se acostumbre a los ruidos ambientales normales de la casa, no te esfuerces de más intentando mantener un silencio absoluto.
- Háblale constantemente. Escucharte hablar no sólo crea un vínculo especial contigo, también lo prepara para aprender a hablar más adelante.
- Hazle cosquillas, juega con él. De esta manera, podrá practicar los movimientos, aprender a coordinarlos y a reconocerse como un ser con partes.
- Observa qué actividades son más atractivas para él y procura realizarlas.
- También puedes utilizar sonidos, luces, texturas, colores y olores para estimularlo. Permite que tu bebé experimente la sensación de las texturas, los diversos aromas.
- Investiga qué puede y debe hacer tu pequeño conforme a su edad para que puedas detectar alguna anomalía en su desarrollo.
- Tu actitud hacia él también lo estimula: tus mimos, tus besos, tus palabras cariñosas. Un comportamiento cariñoso le alimentará la autoestima y a entender sus emociones.
