El tener a un bebé prematuro en la familia no solo afecta a los padres, sino al entorno más próximo de éstos.

Los nacimientos son acontecimientos importantes que traen alegría al hogar. Sin embargo cuando un bebé prematuro llega a la familia el impacto no solo recae sobre los padres sino sobre el entorno familiar:

• La pareja. La relación de pareja, entre padres de un prematuro, puede verse seriamente afectada si estos no aprender a manejar sus emociones. Las repercusiones positivas o negativas dependen de la comunicación que exista entre ambos al momento de afrontar esta situación.
• Los hermanos mayores. Los padres, al cuidar del nuevo hermanito, el o los hermanos mayores pueden sentir el “abandono” por parte de sus progenitores; ya que toda la atención está puesta en cubrir las necesidades del bebé prematuro. Es recomendable que se prepare al niño o niños para hacerles entender el por qué de la situación que se vive en casa. Ellos también requieren de atención.
• Los abuelos. Los veteranos del hogar, como son los abuelos, muchas veces serán los que más se preocupen por la condición del niño prematuro; pues se inquietan tanto por sus hijos como por su nieto. Su deseo será el de ayudar al máximo tanto así que parecerán demasiado absorbentes. Hay que conversar con ellos para recalcarles la importancia de su ayuda, recibir sus consejos y hacerles entender también que pueden colaborar en los cuidados del niño sin entrometerse demasiado.