El colesterol es indispensable para el desarrollo de los niños, ya que interviene en la composición de las células y de ciertas hormonas. Sin embargo, si llega a niveles alterados puede afectar directamente al sistema circulatorio.

Siguiendo estas recomendaciones básicas podrá evitar a su hijo de complicaciones futuras. Los cuidados son fundamentales en los niños que tengan o hayan tenido parientes jóvenes con enfermedades coronarias o infartos, porque se ha descubierto que las personas que sufren del corazón en la adultez temprana han tenido hipercolesterolemia desde chicos.
Anomalía que, como la hipertensión infantil, puede ser de origen genético.

Si desea conocer el nivel de colesterol de su hijo tenga en cuenta que las cifras normales en un niño se sitúan alrededor de los 170 miligramos en sangre. Cuando pase los 200 miligramos habrá que consultar al médico. El pediatra le aconsejará cómo tratar este trastorno correctamente y cuál es la dieta que debe seguir.

Lo más seguro es que el médico le indique comenzar con el control alimentario sólo si su hijo es mayor de 2 años, ya que reducir los niveles de colesterol antes puede ser peligroso. Esta sustancia grasa es primordial en los primeros meses de vida para el desarrollo del sistema nervioso y cerebral. Por eso, nunca le dé a su chiquito leche descremada ni otros alimentos bajos en calorías, aunque esté excedido de peso. Ahora, si el niño ya pasó los dos años y desea prevenirlo, lo más apropiado es reducir de su alimentación diaria las golosinas, los huevos y las grasas saturadas tales como el pollo con piel.

Estos cuidados, junto con un control médico periódico, serán suficientes para asegurarle a su hijo una buena salud.

La información contenida en este articulo tiene una función meramente informativa. Ante cualquier duda consulte a su medico o terapeuta.