Los bebés aprenden por imitación. Todo lo que sabemos lo aprendemos desde pequeños a través de la observación y la reproducción de aquello que vemos en los demás. De ahí la importancia de servir de ejemplo para nuestros hijos, y tener una actitud correcta delante de los bebés, sobre todo cuando empiezan a crecer y a ser conscientes del entorno que les rodea.
Las expresiones de los bebés es uno de los procesos de aprendizaje más curiosos. Los bebés nunca se han visto su cara, pero son capaces de imitar los gestos y expresiones. En este caso el aprendizaje del bebé se hace no solo por imitación, sino por asociación de esa expresión a un sentimiento o sensación.
A medida que los bebés crecen aprenden cómo funciona la mente. Son capaces de suponer que su mente funciona como la del resto y viceversa. Del mismo modo, los bebés entienden que sus deseos y metas son como las del resto, y así sucesivamente, aunque esto no implica que vayan forjando su propia personalidad y que, con el paso del tiempo y al madurar, se darán cuenta de la diversidad del ser humano y de aquellas cosas que compartimos como especia, y esas otras que nos diferencias a unos de otros.
