Sin duda, este es el espacio de vida que más lo padres anhelan, porque es donde demuestra que se empieza a valer por si mismo, y su motricidad va en perfecto estado. Aunque también se deben seguir una serie de consejos para que corra los menos riesgos posibles al andar y tu le puedas ayudar con ciertos estimulos.
En torno a los siete o nueve meses, el bebé debería comenzar a gatear, o sea a desplazarse por cualquier superficie donde se pose, con las rodillas y manos. Inmediatamente ya se crea más confianza en él, y cualquier mueble o persona que tenga cerca le permitirá cogerse de él y ponerse de pie. Aquí es donde parte tu estimulación, para que lo practique de forma divertida; coloca a su alrededor objetos en distintas posiciones con diversos colores y formas, trata de que el lugar sea lo bastante espacioso, y lo sigues, de haber otras cosas que le puedan causar daño, pero trata en lo mayor posible, no limitarlo, puedes condicionarlo a sentir miedo.
Ya a partir de los 12 meses, se sostiene mejor, está más fuerte y por supuesto estable en su movimiento, maneja con cierta dificultad su motricidad, y la curiosidad le hace, subir en sillas, a la cama, a las piernas de la gente cercana, y conseguirá la estabilidad, caminando con los brazos hacia arriba, porque esto le permite estar más erguido en su caminar y no balancearse.
Aquí tu ayuda y cuidado es fundamental, aunque no podrás evitar más de una caída y un chichón. Hay muchos juguetes en el mercado, que desde luego van sujetos a su edad, andaderas o carros que el mismo pueda rodar y manejar, trata de tener a su alrededor su cojines, y protegida las puntas de los muebles y mesa.
Y desde luego siempre un adulto a su lado, empieza la etapa de asegurarte que todo en la casa, tiene SEGURIDAD PARA NIÑOS, aquí empieza el momento explorador, y seguo buscará entre las cosas que no debe agarrar, y el pillarse los dedos con las puertas, si previenes todo esto, más de un susto puedes evitar.
Hay, muchas cosas que también tienes que adaptar a su nueva etapa, como el cambio de los pañales por unos más flexibles,para facilitar su movimientos. Su llanto ahora será más reconocible, llora si quiere que los bajes, si quiere que los subas, debe tomar mucha agua y mantenerlo hidratado, porque desde ahora perderá mucha energía, y desde luego peso, pero debes tener en cuenta, que esto es parte del ejercicio, así que lo debes compensar con algo más en sus meriendas, para que el cambio de peso no sea tan grande.
