La nutrición es el factor más importante que influye en el crecimiento. Las condiciones que podrían prohibir a un niño de recibir una nutrición adecuada son:
- Malformaciones estructurales de la cara y la boca, incluyendo labio y paladar leporino.
- Trastornos neurológicos que conduzcan a la incapacidad para succionar y tragar normalmente.
- Manifestaciones de enfermedades gastrointestinales con vómitos y / o diarrea.
- Problemas Psicológicos causados por ejemplo por el abandono a un infante o una relación disfuncional entre madre e hijo.
- Enfermedades cardíacas o respiratorias, donde el agotamiento y la dificultad de la respiración puede conducir a la insuficiencia de la ingesta alimentaria.
Es por ello que es importante prestar especial atención a síntomas que sugieran una enfermedad (incluyendo vómitos, diarrea, dificultades de alimentación y de distrés respiratorio), así como de patrones de su bebé con respecto a la alimentación y su comportamiento en general.
En la infancia, muchos niños que no pueden prosperar muestran retrasos en el desarrollo y alteraciones en su postura. Hay que recordar siempre que la malnutrición durante el período crítico del crecimiento cerebral debe ser identificada y tratada con prontitud vigorosamente para reducir al mínimo cualquier daño causado al sistema nervioso central.
