Cómo tratar al bebé con espina bífida

El tratamiento sólo se requiere en caso de que se presente parálisis o trastornos alternos. En casos de espina bífida oculta no es necesario el tratamiento. En el caso de meningocele es suficiente con la cirugía, pues solo un porcentaje muy bajo llega a presentar hidrocefalia o problemas de la vejiga.

El caso más grave de espina bífida conocida como mielomeningocele sí requiere tratamiento porque no es suficiente con la cirugía, pues la lesión nerviosa ya se ha producido y el bebé tendrá algún grado de parálisis. Los bebés con mielomeningocele requieren cirugía los primeros días después de su nacimiento. La cirugía consiste en reparar la desviación de la columna causada porque los nervios y la médula no están en el lugar que corresponde. Dado que esta cirugía no puede atenuar la lesión producida por la desviación, se requiere de un tratamiento para disminuir la discapacidad y para sobrellevar otras alteraciones que surgen de la mielomeningocele.

El principal tratamiento se fundamenta en rehabilitación y atención inmediata que requiere el pequeño. Entre más pronto se inicie el tratamiento mayor será la probabilidad de disminuir la discapacidad. En este aspecto es vital la atención y entusiasmo de los padres, quienes tienen la gran responsabilidad de enseñar a su hijo a defenderse de acuerdo con sus capacidades. Dependiendo de la lesión, el pequeño puede requerir dispositivos ortopédicos, muletas o silla de ruedas. Los padres deben aprender a estimular a su hijo mediante ejercicios para procurar, hasta donde sea posible, que camine sin ayuda, y en caso de requerir ayudas artificiales, prepararlo para ello.

Es importante aclarar que cuando se habla de parálisis no necesariamente se habla de retraso mental. En el aspecto cognitivo, un niño con parálisis causada por espina bífida no se relaciona estrictamente con problemas de aprendizaje, siempre y cuando el niño sepa sobrellevar su discapacidad.

El segundo aspecto al que hay que prestar atención es lo que se refiere a los trastornos asociados como consecuencia de la mielomeningocele, como son:

  • Hidrocefalia: la presencia de hidrocefalia es común en estos casos y requiere atención oportuna ya que puede producir lesiones en el cerebro que conlleven a un retraso mental. La hidrocefalia consiste en que el cerebro se llena de un líquido que normalmente se drena adecuadamente. Esta acumulación de líquido hace que la cabeza se vaya agrandando. La hidrocefalia se puede controlar pero requiere de atención pronta y continua.
  • Trastornos en la vejiga: es usual que una consecuencia de la mielomeningocele sea la dificultad de desocupar la vejiga en el momento de orinar, lo que puede causar infecciones.


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